Casi cualquier cosa puede servir como maceta, siempre que sea original, atractiva, resultona... y funcional: la planta debe vivir cómoda en su recipiente, tener drenaje suficiente y no gotear al exterior.
Podemos reciclar las
macetas que tenemos por casa, botes de cristal o plástico, latas, etc. Con
pintura, tela, cinta adhesiva, hay mil opciones. Si no se te ocurre nada, echa
un vistazo a «Floreros blancos» y «Vasos con flores».
Basta poner en el fondo de
la maceta una capa de piedrecitas o gravilla, que servirán como drenaje, luego
la tierra y nuestra plantita.
La plantita... ¿de dónde
sacamos la plantita? pues dejando en agua esquejes de plantas que tengamos hasta
que saquen raíz.
Y ya están listas para
vender.